Las obras de la estación de Atotxa, que convertirá a Donostia en la primera ciudad vasca con una terminal de alta velocidad, afrontan su fase final. Este viernes, 7 de noviembre, se pondrá en servicio el segundo andén, el más próximo al barrio de Egia, lo que permitirá que las vías exteriores destinadas a los trenes de cercanías funcionen ya en su configuración definitiva. Este avance supone un nuevo paso en la modernización integral del enclave ferroviario, que se prepara para acoger tanto servicios de alta velocidad como de media y corta distancia.
El acceso a este nuevo andén se realizará a través del vestíbulo soterrado de cercanías, que entrará en funcionamiento de forma provisional mientras se completan las obras del hall principal. En el futuro, esta zona dispondrá de un acceso directo desde el paso subterráneo de Egia, aunque por el momento los viajeros deberán entrar por la puerta principal de la estación. El nuevo andén, situado junto al edificio de Tabakalera, tiene 210 metros de longitud y una anchura media de cinco, con una gran parte cubierta por marquesina y destinada a los trenes en dirección a Brínkola.
El proyecto, ejecutado por Euskal Trenbide Sarea (ETS) por encargo del Gobierno central, avanza en paralelo en los acabados de los vestíbulos y la configuración de las seis vías y cinco andenes previstos. La consejera de Movilidad Sostenible, Susana García Chueca, ha destacado el avance de los trabajos y la complejidad de una obra que ha sabido compatibilizar la construcción con la actividad diaria de la estación, que mantiene operativos cerca de 60 trenes cada día.